O cómo la crisis del Coronavirus ha hecho crecer el consumo de internet y las lecciones que esto nos deja en marketing digital

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus y la pandemia global de la Covid-19 nos ha dejado, entre muchos otros cambios, toda una revolución en el consumo de internet y de las diferentes fórmulas de contenidos digitales que tenemos a nuestro alcance. En un contexto mundial en el que la mayoría de la población nos hemos quedado en casa, las pantallas se han convertido en uno de los pocos puntos de distracción y también de conexión con el mundo exterior para muchas personas, y esto ha afectado a cómo muchas empresas ven ahora el marketing digital.  

Todo esto se ha traducido en unas cifras de crecimiento considerables: según un informe de la OCDE, el consumo de internet ha crecido un 60% en este periodo de confinamiento y distanciamiento social. Esta situación se vincula, por un lado, a la cantidad de personas que han tenido que trasladar a casa sus trabajos y estudios, obligándolos a basarse en una conexión de internet para conectarse con sus equipos o profesores. Pero también con la gran cantidad de gente que ha colgado contenidos digitales durante estos meses y aquellos que los han consumido (ya sean conciertos, obras de teatro o descargas gratuitas), y también por el auge de las videollamadas, que para muchas familias separadas por el confinamiento han sido la única ventana abierta para mantener algún tipo de contacto visual. 

Redes sociales y comercio electrónico, los grandes beneficiados del marketing digital

En este contexto de crecimiento, las redes sociales han sido una de las áreas que más atractivas han resultado para los usuarios de todo el ámbito del marketing digital. Se calcula que nombres como Facebook, Instagram o Linkedin han visto crecer su tráfico un 55% en total en España, según un análisis recogido por El Economista. Los efectos, sin embargo, han sido desiguales según el tipo de red, y en este sentido Twitter ha sido la que ha capitalizado más el crecimiento, como perfil perfecto para mantenerse conectado con la actualidad de última hora.

El otro gran beneficiado ha sido el comercio electrónico. Con gran parte del comercio tradicional cerrado y los consejos de minimizar las salidas fuera de casa, muchas personas se han volcado en la compra por internet. Según la patronal de empresas de logística UNO; el e-commerce ha visto crecer su actividad un 50% durante este periodo, y eso pese a que muchas marcas han optado también durante estas semanas paralizar sus entregas.

Sectores como los de alimentación y productos de higiene y de parafarmacia son los que lógicamente han centrado muchas de las operaciones de comercio electrónico, pero también otros como los de equipamiento deportivo, papelería, productos para mascotas o los artículos para la reforma del hogar, se han visto beneficiados por este cambio de comportamiento.

Una oportunidad para hacer los deberes pendientes

Con todos estos datos sobre la mesa, la principal lección que nos deja la crisis del Coronavirus es la importancia del marketing digital también en momentos extraordinarios como estos, y el papel clave que tiene para muchas marcas contar con una presencia profesional y de calidad, especialmente ante momentos en los que el trato presencial es imposible. Una web, unas redes sociales de calidad y con un mantenimiento constante, se han rebelado como la clave del éxito.

Aquellas marcas que han apostado por mantener una relación con sus seguidores vía redes sociales en este tiempo, adaptando los contenidos y conectando con sus temores, deseos y esperanzas, han podido trazar una relación todavía más estrecha con ellos y contar con este refuerzo positivo de cara al regreso a la normalidad. Tanto a nivel de grandes marcas como también de aquellas pequeñas y medianas empresas, y de todas ellas se espera una continuidad en este sentido de cara a los próximos meses.

En el mismo sentido, el comercio electrónico se ha convertido en toda una salida de emergencia para comercios y empresas que han visto como sus canales de venta quedaban totalmente bloqueados por la pandemia. Aquellos que habían invertido previamente en marketing digital han salido reforzados, y otros tan solo han podido improvisar con medidas tomadas sobre la marcha para dar salida a stocks y necesidades de supervivencia del negocio.

La progresiva vuelta a la normalidad, por lo tanto, abre una nueva oportunidad para hacer los deberes pendientes en marketing digital. Una buena presencia en redes sociales, una web moderna y usable y un e-commerce funcional son tres pilares básicos para afrontar esta frágil nueva normalidad en la que nos adentramos.

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